Como su nombre indica, esta alfombra suave rezuma dulzura. Recuerda a suculentas cremas, golosos helados, ya que su ondulante superficie confeccionada en fieltro trabajado en telar manual emite un volumen compacto muy apetecible. En crudo, gris o rojo, provoca sensaciones evocadoras, ganas de palparla y de mirarla con gula. Sin duda, una pieza para ambientes que buscan serenidad, momentos deliciosos de calidez, salones no sólo en los que estar, sino también donde disfrutar.
Diseño: Martín Azúa + Gerard Moliné
Fibra: Fieltro 100% lana Nueva Zelanda
Fabricación: Manual
Técnica: Hand loomed
Densidad: 18.000 piezas/metro cuadrado
Altura pelo: 30 mm
Medidas: 170*240; 200*300; 300*400; (medidas y colores especiales consultar)